La voz de Dios la oyes a través
de sus palabras, de la mente original,
de las circunstancias, de otras personas...
La vida es muy acelerada, debido
al trabajo, estudios, charlas sin propósito...
sería bueno darle un espacio para Dios,
Él quiere cumunicarte contigo, no lo
dejes por último, no lo ahoges en tu alma.
Oír la voz de Dios es sintonizar como
las ondas de televisión, es estar concentrado
y su energía se manifestará, Él no es un Dios
mudo.
Él te guiará, te hará ahorrar mucho tiempo,
te evitará que cometas errores, no le temas,
te consolará y sentirás mucha paz y energía
positiva dentro de ti.
Ten una mente abierta y olvida de tus problemas
en ese momento, y verás una luz de amor
en tu interior, como una pelota de fuego;
oír la voz de Dios es sentir la música dulce
dentro de tus células.
26-JUNIO-2011
GONZALO PEREZ ALARCON
Hola Gonzalo, me encanta leerte y reflexionar junto contigo en las bondades de Dios. Quedarse en silencio nos permite escuchar la dulce y sabia Voz de Dios.
ResponderExcluirGracias por compartir tus hermosas letras, recibe un fuerte abrazo y bendiciones para tu linda familia.